Apple utiliza Borrado criptográfico. En este proceso el firmware se descarga y se restaura en el dispositivo. Las claves de encriptación se cambian y los datos del dispositivo pasan a estar inaccesibles. Tras ello, pueden aplicarse otros métodos de sobrescritura.
Android realiza una sobrescritura tradicional de todo el almacenamiento y un restablecimiento de fábrica, tras ello, por tanto no se necesita nuevo firmware.